miércoles, 27 de febrero de 2008

Introducción al estudio del ser vivo

Polo Maragoto, V., Curso de Fundamentos de Filosofía, pp. 91-100. ________________________________________


1.- EL OBJETO DE LA PSICOLOGÍA



Definición etimológica de Psicología:


Etimológicamente, la Psicología es la "doctrina o ciencia del alma", es decir, el principio que anima al ente vivo, o "soplo vital", o principio de animación de los seres vivos, o , en griego, del "psique".



Objeto material:


La Psicología estudia los seres vivos como tales; no como cuerpos parecidos a los demás cuerpos de la naturaleza, sino como vivientes y dis¬tintos de los otros cuerpos brutos. En esta perspectiva, la psicología englo¬ba los tres reinos de la vida: las plantas, los animales y el hombre.


En la actualidad la psicología no considera al ser viviente en toda su amplitud, se ciñe al estudio del hombre.



Objeto formal:


El objeto formal de la psicología filosófica será el mismo que el de la filosofía general de la naturaleza. Conocer la naturaleza y principios consti¬tutivos de los seres vivos, especialmente del hombre; es decir, comprender los hechos psíquicos: determinando su esencia y comprendiéndolos por sus causas.



2.- CARACTERÍSTICAS QUE DISTINGUEN AL SER VIVO DEL SER INERTE


CARACTERÍSTICAS FÍSICAS:


Podemos caracterizar la vida, desde el punto de vista físico, por sus operaciones, mostrando que dichas operaciones son propias del ser vivo: la organización, la nutrición, la reproducción, la conservación y la evolu¬ ción


• la organización consiste en la diferenciación de las partes y en la coordinación de las funciones: un cuerpo vivo está constituido por órganos diferentes que concurren al bien del conjunto.


• la nutrición, o asimilación, es la transformación de una sustancia inerte en la sustancia misma del ser vivo.


• la reproducción es una división de células que culmina en un nuevo organismo semejante a él.


• la conservación y evolución se refiere a la evolución que el ser vivo experimenta entre su nacimiento y su muerte (crecimiento y envejeci¬ miento) conservando el mismo tipo.



CARACTERÍSTICAS METAFÍSICAS:


• Automovimiento: El ser vivo posee en su interior una fuente de energía, y se mueve a sí mismo. Los seres no vivos o inertes se mueven por una acción exterior a ellos mismos. Esta capacidad de automovimiento propia de los seres vivos es lo que propiamente llamamos vida.


El viviente es un ser, no un agregado o colección de seres artificial¬mente coordinados a la manera de una "máquina".


Tiene la capacidad de automovimiento de una manera "natural": esa capacidad es previa a toda intervención humana, aunque esa influencia no tiene porque excluir la influencia de agentes o estímulos exteriores.


La capacidad de automoción aunque es propia de todos los seres vivos, no todos la poseen de la misma manera. Las diversas naturalezas de seres vivos vienen dadas por los grados diferentes de su capacidad de automoción.


• Heterogeneidad y Organicidad de sus partes: El ser vivo posee una multiplicidad de partes, elementos u órganos estructurados ,que se comportan como instrumentos en orden a la unidad vital del ser. Esas par¬ tes no son separables, ni tienen existencia fuera de esa unidad vital a la que sirven, al contrario que la materia inerte.


Cuando el ser vivo muere, cesa su automovimiento, y sus partes se unas a otras, de ser órganos de un sólo ser. Algo desaparece o se separa de ese ser y ello es el principio vital o alma.


Ese algo distinto de la materia, que no se ve, ni se mide, ni se pesa, que es causa de la unidad y de las funciones del ser vivo.es precisamente lo que estudia la psicología.



3.- NOCIÓN DE ALMA


En el lenguaje ordinario el término "alma" tiene fuertes connotacio¬ nes religiosas y designa lo que hay de espiritual e inmortal en el hombre, o bien al ser humano en tanto que espiritual e ¡mortal, por eso se da por supuesto implícitamente que los animales no tienen alma.


El término "psique" y "psiquismo" se utiliza en el lenguaje científico para designar diversos tipos de fenómenos en los que están implicadas actividades cognoscitivas, tendenciales, afectivas y neurofisiológicas, por eso se habla de psique humana y de psiquismo animal, pero no de psi¬ quismo vegetal.


Es interesante un breve recorrido histórico en orden a la delimita¬ ción semántica de estos términos: el término griego "psique" se traduce al latín por "anima", pasa al castellano como "alma" y va transformándose y es sustituido por "mente", "pensamiento", "yo", "conciencia", "espíritu", "princio vital", "interioridad", "intimidad"... "corazoncito".


Aristóteles concibe la "psique" como la actividad formalizadora de cualquier organismo viviente, y su relación con el cuerpo se defi¬ne en términos de unidad sustancial.


A partir de Descartes el alma se concibe como idéntica al pensa¬ miento, es decir exclusivamente como espíritu, el cual a su vez se identifica con el "yo". Este es el motivo por el que el término "alma" deja de aplicarse a plantas y animales que correlativamente se estu¬ dian sólo desde el punto de vista mecanicista y físico - químico.


Las corrientes materialistas de los últimos siglos tienden a expli¬car la "mente" o el espíritu humano también como resultado de pro¬cesos físicos y químicos.


En el siglo XX no se ha logrado una articulación armónica o con¬vergente entre los distintos planteamientos. No disponemos, ni en el lenguaje ordinario ni en el científico, de un término que designe la actividad formalizadora de los organismos vivientes en su conjunto, englobando desde la bacteria hasta el hombre, pasando por todas las especies vegetales y animales. Por eso a nosotros nos puede resultar chocante el hablar de "alma" celular o de "psique vegetati¬va".


No todos los cuerpos tienen vida. No es, pues, tener cuerpo la causa de que ciertos seres tengan vida. Es preciso afirmar que lo que anima al viviente es "otra cosa" distinta del cuerpo. A esta otra cosa se conviene en llamarla "alma", del latín anima, en griego psique: lo que anima o vivifica al ente en el que se encuentra.


Hemos visto que era condición necesaria para la automoción que el cuerpo tuviera una estructura u organización de partes. Pero ello no signifi¬ca que la estructura de partes en el viviente sea lo que, en último térmi¬ no, hace posible que este tenga vida.


Tal organismo es una unidad sustancial porque algo distinto de sus partes y ejerciendo en todas ellas su influencia "unifica" el conjunto; de tal manera, que lo que anima al viviente no es su organismo, sino precisa¬mente aquello que actúa como principio unificador o sistematizador de las partes del mismo. Hay en el viviente algo que unifica su estructura y la hace apta para la automoción.


Los cuerpos vivos están sometidos a las leyes comunes de la materia, pero el ser vivo presenta ciertos fenómenos inexplicables sólo por las leyes de la materia. Debemos admitir necesariamente en todo ser vivo un "principio interno", un "principio vital" o alma, un principio superior a la materia bruta y, en este sentido, inmaterial.


El alma no es una sustancia que tenga una actividad y una exis¬tencia separadas del cuerpo. Es un principio constitutivo del ser vivo y éste es una sustancia dotada de actividad. No podemos decir que el alma mueve al cuerpo. Es el ser vivo quien se mueve a sí mismo, pero es el alma la que hace que el ser vivo sea vivo y capaz de moverse.


Podríamos dar una definición de alma, en función de los efectos


que es capaz de determinar en el cuerpo viviente. No todos ellos convie¬nen a todo ente vivo; sólo en el hombre pueden hallarse juntos:


El alma humana es aquello por lo que primariamente vivimos, sentimos, cambiamos de lugar y entendemos.


Utilizando los conceptos vistos en Cosmología, podemos dar otras dos definiciones clásicas de alma:


Alma es el acto primero de un cuerpo natural organizado.


Recordemos: acto es la perfección de un ser; la potencia.la capa¬cidad de recibir esa perfección.


El alma es el principio que confiere al cuerpo su perfección de vivo, su ser-vivo. Pero el cuerpo debe ser capaz de vivir; es decir, capaz de poseer un cierto grado de organización. El alma es el acto primero ya que es quien hace que el cuerpo viva; de ahí derivan sus propiedades y opera¬ciones.


El alma es la forma del cuerpo viviente.


En el hilemorfismo veíamos que en todo cuerpo debemos distin¬guir dos principios constitutivos: la materia (corresponde a la poten¬cia) es el conjunto de elementos con los que está constituido el cuerpo (las sustancias químicas del organismo). La forma (corres¬ponde al acto) especifica la materia; es decir, hace que el cuerpo sea tal cuerpo, que exista con tal naturaleza, asegura la unidad y la acti¬vidad del cuerpo.


Así el alma es la forma del cuerpo viviente. Constituye al cuerpo en su ser viviente, unificando de un modo original los elementos con los que está constituido. El viviente es un cuerpo que se compone de la materia prima y de una especial forma sustancial que denominamos "alma".


La psique es un tipo peculiar de forma: la de los seres naturales vivos, que se diferencia de la de los seres naturales no vivos porque tiene un grado mayor de actividad formalizadora y se le caracteriza como inma¬terial. Por eso se dice que lo más definitorio de los seres vivos es el auto-movimiento (crecimiento) y lo más definitorio de la psique la inmaterialidad.


El modo en que lo material puede estar reunido consigo mismo es precisamente la psique.


El alma no representa una entidad completa que se aloja en el cuer¬po del viviente (no se sabe dónde), sino un coprincipio sustancial, algo que se halla esencialmente unido a la materia prima, con la que compone la sustancia completa que es el ser vivo. Por no ser una parte integrante, sino la forma sustancial del ente vivo, el alma afecta a la totalidad de este y a cada uno de los distintos órganos.



SOBRE LA NOCIÓN DE FORMA:


En el lenguaje ordinario "formalizar" se emplea para designar el ordena¬ miento de unas actividades según reglas conocidas. Así tenemos expresiones como "formalizar unas relaciones mediante el matrimonio", "guardar las formas", "portarse de un modo formal", etc.


• En el lenguaje científico "formalizar" es disponer un conjunto de elementos según reglas; encontrar un esquema o ley que permita articular unitariamente lo que inicialmente se muestra como heterogéneo y no relacionado.


• En el lenguaje filosófico el significado más genérico es encontrar la esencia o la definición de alguna realidad, de alguna actividad o conjunto de ellas.


• Otras palabras que se utilizan en la filosofía moderna como parecidas: "Gestalt", que significa configuración, es el término utilizado por una escuela de psicología para describir el fenómeno perceptivo como captación inmediata de algo con significado, gracias a la forma hay percepción. Por ejemplo, la melodía es un ordenamiento, una configuración o una estructuración de sonidos. "Pattern", en inglés, significa modelo reproducible, patrón, modelo a partir del cual se pueden reproducir o producir tantas veces como se quiera la misma configu¬ración. "Matriz" (del latin "mater") que tiene el mismo significado de engendrar o generar mediante la ordenación de elementos. Lo contrario de forma es el término inglés "Random", que es lo contrario de configuración y orden; tiene el sentido de caos, de ausencia de orden y de sentido.


• En un sentido muy general podría decirse que que lo propio y específico e la forma es "formalizar", y formalizar es la actividad de la forma. A su vez, lo formalizado por la forma es el contenido, lo que Aristóteles llamó en términos generales "Materia".


Por ejemplo, una actividad formalizante es la que da lugar a una onda, al agua, a una bacteria y a cualquier especie animal. Pero también es una actividad formalizante el resolver problemas (históricos o biológicos), abstraer un concepto, enamorarse, aspirar a la justicia o creer en Dios.


• Pues también es actividad formalizadora aquello en virtud de lo cual se constituyen los seres vivos. A esa actividad formalizadora se llama "psique". La psi¬que es la forma (pattern) de los vivientes. Y la vida es la actividad formalizadora de la psique. Esa actividad formalizadora es inmaterial.



4.- TIPOS DE VIDA O DE ALMA


Para fundamentar esta división hay que partir del siguiente principio: un ente mutable es tanto más viviente (y por ello más se posee a sí mismo) cuanto más se da a sí mismo el movimiento que realiza. (La abso¬luta y plenaria autoposesión se da en el Ser divino, pero este es inmutable y su "vida" se estudia en Teodicea).


En todo movimiento es preciso distinguir tres aspectos:


1) Su misma ejecución.


2) La forma de ejecutar el movimiento.


3) El fin al que el movimiento tiende.


En torno a estos tres aspectos se dan estas tres posibilidades:


a) Que el ser vivo tenga como propia la simple ejecución del movimiento. En este caso, la forma y el fin no se lo da el ser vivo a sí mismo sino que los tiene de una forma natural.


b) Que el ser vivo tenga como propio la ejecución y la forma del movimien¬ to. El fin no lo escoge él mismo sino que se lo impone la naturaleza.


c) Que el ser vivo tenga como cosas propias la ejecución, la forma y el fin del movimiento.


A estas tres posibilidades, que son otros tantos grados, esencial¬mente diversos, de la capacidad de automovimiento, se les denomina, res¬pectivamente, vida vegetativa, vida sensitiva y vida intelectiva.


A la distinción de estos tres tipos de vida corresponden tres especies de alma: vegetativa, sensitiva, intelectiva. Cada una de ellas constituye, dentro del respectivo tipo de vivientes, la forma sus¬tancial que hace posible las correspondientes actividades vitales.


Decir que el vegetal posee alma no significa que tenga la capacidad de discurrir, ni, en general.la de conocer. El vegetal tiene un alma vegetativa, de acuerdo con su vida, que es capaci¬dad de automoción únicamente en lo que atañe a la ejecución de sus operaciones.


Análogamente, el alma que posee el animal tampoco es inte¬lectiva, sino la que realmente le conviene, de conformidad con su propia capacidad vital: un alma meramente sensitiva.


Estos tipos de vida no sólo son distintos sino también jerarquizados: las formas de vida superior engloban las formas de vida inferior. Así, el alma sensitiva tiene todo el poder de la vegetativa, y a ella añade su pro¬pia virtualidad. Igualmente, el alma intelectiva tiene la capacidad de la sen¬sitiva y de la vegetativa más sus capacidades propias.



Vida vegetativa:


• se llama así por ser la que manifiestan los vegetales o plantas.


• es la expresión mínima de la capacidad de automovimiento: se dan a sí mismos la ejecución del movimiento, pero no la forma ni el fin del mismo.


• es decir, posee las funciones de nutrición, crecimiento y reproducción.


• carecen de conocimiento.


• tienen débil individualidad, son más la especie que ellos mismos.


• en el hombre este tipo de hechos determina el llamado "fondo vital".



Vida sensitiva:


• posee las características de la vida vegetativa más las si guientes:


• no sólo se dan la ejecución del movimiento.sino también la for ma pero no el fin.


• se debe a que tiene las funciones de conocimiento y apetición sensi¬ bles. El animal conoce lo concreto sensible y tiende a ello regido por el instinto.


• se trata de vivientes que pueden hacer más cosas y a los que pueden pasarles más cosas y que pueden retener más. A medida que se asciende en la escala zoológica la conducta se hace más exploratoria, van perdiendo rigidez los instintos y va adquiriendo cada vez más pre¬ ponderancia el aprendizaje individual, que se inicia en el nacimiento.


• el aumento de la capacidad de aprendizaje individual está en correla¬ ción con el aumento del cerebro, que a su vez está en correlación con el aumento del período de gestación, con la prolongación de la "infan¬ cia", la disminución del número de crías por parto, con la "estabilidad familiar" que lleva a formas de familia monógama.


• en el hombre este tipo de hechos determina el "fondo animal" o "inconsciente". En los animales es una "inteligencia inconsciente"



Vida intelectiva:


• posee todas las características de los otros tipos de vida más las suyas propias.


• se propone sus propios fines.


• esto se debe a que es capaz de conocer los medios en cuanto tales medios por tener entendimiento o capacidad de trascender lo sensible y aprehender lo universal; y voluntad o capacidad de tender, apetecer los bienes captados por la inteligencia.


• autoconciencia: el ser viviente se hace cargo de sí mismo, tiene auto¬ nomía (auto-nomos, el que se da a sí mismo la norma).


«Por encima de los animales -dice Tomás de Aquino- están los seres que se mueven en orden a un fin que ellos mismos se fijan, cosa imposible de hacer si no es por medio de la razón y del intelecto, al que corresponde conocer la relación que hay entre el fin y a lo que a su logro conduce y subordinar esto a aquello. Por tanto, el modo más perfecto de vivir es el de los seres dotados de intelecto, que son, a su vez, los que con mayor perfección se mueven a sí mismos».


El hombre no sabe lo que tiene que comer ni cómo, ni sabe con qué mujer tiene que establecer la relación de reproducción y cómo. Tiene que inventarlo y lo inventa: se da a sí mismo las normas que regulan tales acti¬vidades, sus propias leyes: eso es lo que se llama cultura. Por eso hay tanta diferencia entre unos grupos humanos y otros respecto de esas fun¬ciones tan elementales como son la nutrición y la reproducción.


El hombre tiene también una capacidad infinita de recoger y transmi¬tir mensajes mediante el lenguaje.


Por eso se puede decir que en el hombre no hay instintos, o sus ins¬tintos son muy débiles, plásticos y falibles. Por eso hay en el hombre una gran capacidad de aprendizaje y de invención, es por lo que hay en él cul¬tura, historia, arte.


Entre los seres humanos, por ejemplo, las funciones vitales bási¬cas, como nutrirse suponen un conjunto de artes que dan lugar a la gastronomía y a todo tipo de artes culinarios. Igualmente reproducir¬se es un conjunto de artes entre los cuales no es el menor de ellos el "arte de amar".



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